Queso fresco con 1 litro de leche

Hacer queso fresco en casa es un proceso sencillo y muy gratificante. Con solo un litro de leche, puedes crear un queso suave y delicioso, perfecto para ensaladas, bocadillos o simplemente para disfrutar solo. Aquí te dejo una receta básica para hacer queso fresco con un litro de leche:
Ingredientes:
1 litro de leche entera (preferiblemente pasteurizada, no ultra-pasteurizada)
1/4 de taza de vinagre blanco o jugo de limón
1/2 a 1 cucharadita de sal (ajustable al gusto)
Equipamiento necesario:
Una olla grande
Un colador
Una gasa o tela para queso
Un termómetro de cocina (opcional)
Instrucciones:
Calentar la leche:
Vierte la leche en la olla y caliéntala a fuego medio. Si tienes un termómetro, calienta la leche hasta que alcance aproximadamente 85°C (185°F). Si no tienes termómetro, simplemente caliéntala hasta que esté a punto de hervir y comiences a ver burbujas en los bordes.
Agregar el ácido:
Retira la olla del fuego. Añade el vinagre blanco o el jugo de limón y revuelve suavemente un par de veces. Verás que la leche comienza a cuajarse y separarse en cuajada (partes sólidas) y suero (líquido).
Dejar reposar:
Deja la mezcla reposar durante 10 minutos para que la cuajada se forme completamente.
Colar la cuajada:
Mientras la mezcla reposa, prepara el colador cubriéndolo con una gasa o tela para queso y colocándolo sobre un recipiente grande para capturar el suero.
Vierte la mezcla de leche cuajada en el colador. Permite que el suero se escurra durante unos minutos.
Escurrir el queso:
Una vez que la mayor parte del suero ha sido drenada, puedes añadir sal a la cuajada y mezclarla suavemente.
Recoge los extremos de la gasa y tuerce para formar un bollo, presionando suavemente para sacar más suero. Cuánto más escurras el queso, más firme será.
Refrigerar:
Coloca el queso (aún en la gasa) en un plato. Puedes colocar un peso encima para ayudar a escurrir más suero y hacer el queso más compacto.
Refrigera por al menos unas horas antes de consumir.
Disfrutar:
Una vez que el queso está firme y bien drenado, está listo para ser disfrutado. Puedes comerlo tal cual o añadir hierbas y especias para darle más sabor.
Consejos:
Leche: La calidad de la leche afectará significativamente el sabor y la textura del queso. Utiliza la mejor leche que puedas encontrar.
Acidificación: El jugo de limón dará un sabor ligeramente diferente al queso en comparación con el vinagre. Experimenta con ambos para ver cuál prefieres.
Almacenamiento: El queso fresco puede ser almacenado en el refrigerador durante varios días. Asegúrate de cubrirlo bien o guardarlo en un recipiente hermético.
Este queso fresco casero es una delicia simple y saludable que puedes hacer fácilmente en tu cocina con muy pocos ingredientes y equipamiento. ¡Espero que disfrutes haciendo y comiendo tu queso fresco!