Ingredientes:
500g de pechugas de pollo, cortadas en tiras o cubos, 2 cucharadas de aceite de sésamo o aceite vegetal, 3 dientes de ajo, picados, 1 cucharadita de jengibre fresco rallado (opcional), 1/4 taza de salsa de soya, 2 cucharadas de salsa de ostras (opcional), 1 cucharada de miel o azúcar morena (opcional), 1 cucharada de maicena (opcional, para espesar la salsa), 1 pimiento verde, cortado en tiras finas, 1 pimiento rojo, cortado en tiras finas, 1 cebolla, cortada en tiras finas, 1 zanahoria, cortada en tiras finas (opcional), Sal y pimienta al gusto, Cebollín picado para decorar (opcional), Semillas de sésamo tostadas para decorar (opcional), Arroz cocido para servir.
Preparación:
En un tazón pequeño, mezcla la salsa de soya con la miel, la salsa de ostras y el jengibre rallado (si estás utilizando estos ingredientes). Reserva. Calienta una sartén grande o un wok a fuego medio-alto y añade el aceite vegetal. Agrega el ajo picado y saltea durante unos 30 segundos, hasta que comience a dorarse y desprenda su aroma. Añade los trozos de pollo a la sartén y cocina hasta que estén dorados por todos lados, aproximadamente 5-7 minutos. Agrega la cebolla, los pimientos y la zanahoria a la sartén y cocina por unos 3-4 minutos más, o hasta que las verduras estén tiernas pero aún crujientes. Vierte la mezcla de salsa de soya sobre el pollo y las verduras en la sartén. Revuelve bien para asegurarte de que todo esté cubierto con la salsa. Si deseas espesar la salsa, añade la mezcla de maicena disuelta en agua y revuelve constantemente hasta que la salsa se espese ligeramente. Rectifica la sazón con sal y pimienta si es necesario. Sirve el pollo salteado con salsa de soya caliente sobre arroz cocido. ¡Disfruta! Esta receta es versátil, así que si prefieres agregar o quitar algún ingrediente según tu gusto personal, siéntete libre de hacerlo. ¡Buen provecho!