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4 pechugas de pollo sin piel ni hueso

Sal y pimienta al gusto

2 cucharadas de aceite de oliva

1 cucharada de mantequilla

250 gramos de champiñones frescos, laminados

1 diente de ajo, picado

1/2 taza de caldo de pollo

1/2 taza de crema de leche

1/4 taza de queso parmesano rallado

Perejil fresco picado para decorar

Preparar las pechugas:

Sazonar el pollo:

1.1 Sazonar las pechugas de pollo con sal y pimienta por ambos lados.

Cocinar el pollo:

2.1 En una sartén grande, calentar el aceite de oliva a fuego medio-alto.

2.2 Añadir las pechugas de pollo y cocinar durante 6-7 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y cocidas por completo. Retirar el pollo de la sartén y reservar.

Preparar la salsa de champiñones:

Cocinar los champiñones:

3.1 En la misma sartén, añadir la mantequilla y dejar que se derrita.

3.2 Añadir los champiñones laminados y cocinar durante 5-7 minutos, o hasta que estén dorados y tiernos.

Añadir el ajo:

4.1 Añadir el ajo picado y cocinar por 1 minuto más, removiendo constantemente.

Incorporar el caldo y la crema:

5.1 Verter el caldo de pollo en la sartén y llevar a ebullición.

5.2 Reducir el fuego y añadir la crema de leche, mezclando bien.

5.3 Cocinar a fuego lento durante unos 5 minutos, hasta que la salsa espese ligeramente.

Añadir el queso parmesano:

6.1 Agregar el queso parmesano rallado y mezclar hasta que se derrita y se integre en la salsa.

Finalizar el plato:

Añadir el pollo a la salsa:

7.1 Volver a colocar las pechugas de pollo en la sartén, cubriéndolas con la salsa de champiñones.

7.2 Cocinar a fuego lento durante 3-4 minutos, para que el pollo se impregne de los sabores de la salsa.

Decorar y servir:

8.1 Espolvorear perejil fresco picado por encima antes de servir.

8.2 Servir caliente, acompañado de arroz, puré de papas o una ensalada fresca. ¡Disfruta!

Puedes agregar una pizca de nuez moscada a la salsa para un sabor extra.

Si prefieres una salsa más ligera, usa leche evaporada en lugar de crema de leche.