Ingredientes:
Chiles frescos (jalapeños, serranos u otros chiles de tu elección), 1 taza de vinagre blanco, 1 taza de agua, 1 cucharada de sal, 1 cucharadita de azúcar, Otras especias opcionales (ajo, granos de pimienta, hojas de laurel, etc.).
Preparación:
Preparar los chiles: Lava los chiles frescos y córtalos en rodajas finas o en trozos, según tus preferencias. Puedes dejar las semillas si prefieres que los chiles sean más picantes. Hervir la solución de vinagre: En una cacerola, combina el vinagre, el agua, la sal y el azúcar. Lleva la mezcla a ebullición y asegúrate de que la sal y el azúcar se disuelvan completamente. Agregar especias opcionales: Si deseas agregar otras especias para dar más sabor, ahora es el momento. Puedes poner ajo picado, granos de pimienta, hojas de laurel u otras especias de tu elección. Añadir los chiles: Coloca los chiles en un frasco de vidrio limpio y esterilizado. Vierte la solución de vinagre caliente sobre los chiles, asegurándote de cubrirlos por completo. Enfriar y sellar: Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente antes de tapar el frasco. Una vez que esté completamente frío, cierra bien el frasco. Marinar: Guarda el frasco en el refrigerador y deja que los chiles marinen en la solución de vinagre durante al menos 24 horas antes de consumirlos. Esto permitirá que los sabores se mezclen y los chiles adquieran el sabor del vinagre y las especias. Servir: Los chiles en vinagre están listos para servir. Puedes agregarlos a tacos, salsas, guisos o cualquier platillo que desees darle un toque picante y ácido. Recuerda que puedes ajustar la cantidad de chiles, el nivel de picante y las especias según tus preferencias personales. ¡Disfruta de tus chiles en vinagre caseros!